Antes de cumplir los
18 años, con el auge de las casas de apuestas deportivas por
Internet decidí echar un ojo antes de una carrera, y encontré cosas
que me llamaron mucho la atención, se planteaban distintas
comparaciones entre corredores sobre uno u otro quien llegaría antes
a la meta, algo que viendo el perfil de la etapa y conociendo a ambos
corredores veía muy claro y muy fácil de acertar. Decidí que una
vez cumpliera la mayoría de edad volvería a echar un ojo y tal vez
a probar suerte, y así lo hice. Ingresé 20€ y con pequeñas
apuestas de 2-3€ fueron subiendo rápidamente. Fue entonces cuando empecé a
investigar sobre como funcionaba el tema de las apuestas, algo mucho
más complejo de lo que pueda parecer, a jugar con un porcentaje en
función del dinero que tienes, a asignar un grado de confianza
directamente proporcional a una cantidad de dinero que determinas en
función del dinero que tienes, etc. Me dí cuenta que las casas de
apuestas dominan muchísimo fútbol, baloncesto o incluso tenis, que
es muy difícil ganar dinero, ya que al tener millones de clientes
tienen un equipo totalmente profesionalizado que estudia todo al
milímetro, y que además se guardan un margen de probabilidad
favorable a ellos, es decir en un Barcelona-Madrid, pongamos por
ejemplo que la victoria del Barça está al 50% de probabilidad, pues
bien, ofrecen 1.85€ por euro jugado a la victoria del Barça y otro
1.85€ por euro jugado a la victoria del Real Madrid, con lo que la
probabilidad está de su lado descaradamente, porque algo que está
al 50% debería pagarse a 2€ por cada euro jugado.
Pero en ciclismo esto es muy diferente. Me explico, nos
plantean en una carrera: El corredor X quedará mejor que el corredor
Y, algo que se paga a @1.60 por cada euro apostado, y que el corredor
Y quede mejor que el corredor X algo que se paga @2.20 por euro
apostado. Esto significa que la primera apuesta cuenta con un 62,5%
de probabilidad de que acabe siendo así para la casa de apuestas, y
la segunda cuenta con un 45,45% de probabilidad, juntando ambas nos
da una probabilidad de 108%, cuando realmente debería ser un 100%
porque es o uno u el otro. Bien, la casa de apuestas se guarda para
ella ese margen del 8% de error con el que en la gran mayoría de
ocasiones hace tener una ventaja definitiva.
Pero se publican
antes de cada carrera unas 30 comparaciones entre corredores, por lo
que siempre hay alguna en la que a pesar del margen de entre el 5% y
10% que se reservan, detecto que se han equivocado. Volviendo al caso
de antes, después de estudiar a los corredores, perfil de la etapa
y demás, creo que el corredor X tiene como máximo un 40% de
probabilidad de quedar mejor que el corredor Y, que en mi opinión
tiene, como mínimo un 60%, las casas de apuestas le estaban dando un
45,45% de posibilidades, por lo que hay un margen de beneficio
cercano al 15% mínimo. Quizá una vez no sale, otra tampoco, pero a
largo plazo el beneficio está más que asegurado, siguiendo unas
estrategias y siendo disciplinado (apostar entre un 1% y un 3% del
capital total que dispones entre otras cosas). Nuestra gran ventaja
es que el trabajador de las compañías que propone las comparaciones
entre los ciclistas, a pesar de ser alguien que conocerá muy bien el
ciclismo, no podrá calcular con precisión exacta todas las apuestas
que plantee, así que mi trabajo es encontrar los errores a través
de la probabilidad para obtener beneficios.
Dicho todo esto, en este blog subiré todas aquellas apuestas que me parezcan lo suficientemente atractivas como para estar convencido que tienen value, y asignaré un stake dependiendo del grado de confianza que tenga, un stake que se moverá entre 1 y 4, y subirá algo más en alguna muy contada excepción, que deberá ser un auténtico chollo. No me limitaré a grandes carreras como Giro, Tour y Vuelta, donde creo que es más difícil encontrar buenas apuestas, y seguiré todas las carreras World Tour y Continentales en las que se pueda apostar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario